La Liga Femenina Peruana está a puertas de su inicio el próximo sábado 29 de mayo, y por primera vez en su historia todos sus partidos serán televisados.

El fútbol femenino a nivel global viene creciendo, claro está, en algunos países de manera acelerada, mientras que en otros recién se están sentando las bases que permitan que este deporte perdure en el tiempo. Además, el contexto social que afronta cada nación es distinta y, en varias ocasiones, impide el desarrollo de disciplinas deportivas, como el fútbol de mujeres. Sociedades con ideas de que  “las mujeres solo al vóley” y “los niños solo al fútbol” o “mujeres para la cocina” y “hombres para el trabajo”; no permiten una evolución a nivel individual ni colectivo. 

En el Perú hemos visto cómo esta disciplina ha ido, a lo largo de los años, cambiando sin un rumbo fijo, pues no se tenía un proyecto claro que evidencie el crecimiento de las futbolistas. En 2005, la selección femenina tuvo su mayor logro: la medalla de oro en los Juegos Bolivarianos. Después del tremendo éxito, el fútbol femenino peruano no prosperó. Inclusive los torneos oficiales que se realizaban a nivel de clubes contaban con una casi nula visibilidad. 

Es recién durante los Juegos Panamericanos Lima 2019, que pudimos ver una selección en crecimiento -a pesar de los resultados negativos-. Esta fue la primera vez que el público en general pudo enterarse de que Perú también tiene un equipo de fútbol de mujeres y, sobre todo, que las niñas pudieron conocer que las mujeres también se desempeñan en este deporte. 

Posterior a esta gran cita deportiva, se desarrolló la Copa Perú Femenina, que culminó con la consagración de Universitario de Deportes, goleando a Amazon Sky en la final. Una copa que contó, además, con dos definiciones entre las merengues frente a Alianza Lima, su clásico rival, y que generó gran expectativa en los hinchas y el público, pues hubo asistencia al estadio y los partidos fueron televisados. 

En aquel año, 2019, también se inició la campaña “Queremos ser vistas”, impulsada por las barras e hinchas comprometidos, quienes sumados a las jugadoras, pedían que se permita la asistencia del público a los estadios. Se organizó una marcha que causó impacto, no solo por el volumen de asistentes, sino por las voces alineadas de todos y todas, desde las futbolistas hasta la prensa, exigiendo un cambio real en esta disciplina. 

El 2020, traería consigo un cambio en el torneo, se pasaría de Copa Perú a Liga Femenina, contando con una estructura más sólida, y que además, se alinearía a la exigencia internacional de que los clubes de primera división masculina cuenten con categoría femenina absoluta y una juvenil, para poder participar en competencias internacionales. 

Sin embargo, a causa de la emergencia sanitaria, el torneo nunca comenzó. Los equipos debieron adaptarse y entrenar de manera virtual. Universitario, que era el representante peruano para la Copa Libertadores -que se disputó en Buenos Aires, Argentina-, no tuvo competencia alguna, ni un torneo de transición que les permitiera llegar con rodaje a la cita internacional. Perú junto con Paraguay fueron los únicos países en la región en no tener competencias en el 2020 ni en el primer trimestre del 2021. Sin embargo, tras más de un año de espera, se anunció la presentación desde la Federación Peruana de Fútbol: La Liga Femenina 2021.

La Liga Femenina 2021

El viernes 30 de abril, la Federación Peruana de Fútbol (FPF), por medio de su presidente Agustín Lozano, anunció junto a Alejandro Samanes, Gerente General de MediaPro, que la próxima liga femenina será televisada en su totalidad, lo que significará la transmisión de más de 90 partidos en vivo. «Debemos darle el mismo apoyo tanto al fútbol masculino como al femenino”, dijo Lozano en la presentación.

Se espera que esta liga represente un nuevo inicio para el fútbol femenino peruano. Pues significará un gran paso desde el nivel institucional, nivel de organización de equipos y nivel social, para que este deporte llegue algún día a ser profesional.  

En primer lugar, desde ya es un gran avance que los partidos sean televisados, pues brindará a los equipos la visibilidad necesaria. Además, permitirá que las jugadoras, por primera vez en su historia, sean vistas a nivel nacional. Serán más de 300 futbolistas de 14 equipos, a las que el Perú conocerá. Ello, estamos seguros, impulsará a las nuevas referentes del fútbol peruano.  

Al igual que en el caso de la liga masculina, donde el regreso de Jefferson Farfán generó mucha expectativa; la audiencia de la Liga Femenina 2021 y sobre todo las niñas, podrán conocer e inspirarse con Cindy Novoa de Alianza Lima o Xioczana Canales de Universitario de Deportes. 

En segundo lugar, esta apertura y visibilidad genera una oportunidad para que las empresas privadas se sumen como auspiciadores de los equipos o de la casa televisiva que transmitirá los partidos, y así contribuir con el desarrollo del fútbol. 

La cobertura de la prensa deportiva, será bastante importante para que las futbolistas puedan mostrarse. Una prensa que, por ejemplo, escriba crónicas de los juegos y no solo muestre interés cuando el torneo esté por finalizar. Cobertura que sea constructiva y que no se limite en identificar oportunidades de mejora, sino que también genere el interés de hacerlas realidad. 

Asimismo, el fútbol al ser un motor de cambio en la sociedad, romperá estereotipos y demostrará a la teleaudiencia que las mujeres también pertenecen a este deporte y que merecen la oportunidad de desarrollarse en aquello que les apasiona, tanto dentro como fuera de la cancha.

La Liga Femenina peruana marcará un hito en Sudamérica, al sumarse a los pocos países que tienen ligas de mujeres televisada en su totalidad. En Ecuador, los partidos de la Superliga Femenina van por señal de cable, mientras que en otros es distinto. Por ejemplo, en Brasil, la liga de primera división es transmitida desde la página web de la Confederación Brasileña de Fútbol. En Paraguay, solo se televisan algunos partidos. Y en Argentina, que ya es denominada liga profesional, no cuenta con todos sus partidos transmitidos. 

Sin duda es un gran paso, pero falta aún mucho camino por recorrer para que llegue a ser profesional. Quedan temas pendientes como lo referente a los contratos laborales de las futbolistas y sus salarios. Se espera que en el mediano plazo el fútbol femenino peruano siga creciendo. 

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